31 julio 2014

De mentes y dementes.

Es irónico que las más brillantes mentes se encuentren hacinadas en las más oscuras profundidades.

Y, al final, lo que encuentras con mayor facilidad son palabras vanas, ideas confusas, bases cuyas bases están vacías y carecen de sentido; que se sobreponen y se instauran como si fuesen los pilares de la civilización.
Por eso, para encontrar, hay que buscar, rascar la herrumbre de la superficie para poder dar con esa luz, la que se esconde en las profundidades.


16 julio 2014

Legado.

Vengo a escribir hoy una entrada porque, mientras cenaba en un restaurante italiano de mi localidad, se ha presentado una situación que no es tan rara hoy en día.
Estábamos cenando tranquilamente mi familia y yo, disfrutando de la celebración del cumpleaños de mi madre, intentando hacer que se sintiese cómoda y disfrutase de la noche. A todo esto, entra una pareja al restaurante con un bebé en brazos, bebé que, dicho por la propia pareja, tenía 15 días de vida.
Y yo me pregunto, ¿es necesario que, a un niño que ha nacido hace escasos 15 días, lo traigas a un restaurante donde va a haber algo de ruido, gente moviéndose de un lado para otro y, sobre todo, donde el niño no va a estar cómodo? La gente está perdiendo el norte.
Pero no es solo eso. La pobre criatura se ha pasado llorando casi una hora, como es normal. Pero eso a los padres les ha dado igual, ellos han ido a cenar mientras su hijo no estaba tranquilo y calmado, crispando a las personas que allí estábamos porque, como comprenderéis, intentar mantener una conversación con un nño que no paraba de llorar al lado ha sido algo complicado.

A lo que voy es a la falta de educación y la falta de respeto que tiene la gente en estos tiempos que corren. Lo de hoy me ha dado pie a escribir lo que hoy escribo, pero ya tenía intención de escribir algo sobre el asunto, si no hoy más adelante.
Se ha perdido completamente el respeto a los mayores, a esa gente que nos ha estado educando toda la vida; a la autoridad, ya sea de una manera u otra; se ha perdido el respeto a la gente en general. Vas a comercios de cualquier tipo y te das cuenta que ya casi nadie da las gracias a la gente que atiende a esas personas. Nadie pide permiso a la hora de pedir paso; nadie cede su asiento en el transporte público a otras personas que lo necesitan más, nadie tiene empatía, al fin y al cabo.
En este caso, me refería a la juventud, a la gente que va de los 15 a los 35 años, pero lo de algunos adultos es más sangrante. Esos que te miran y parece que te están perdonando la vida, que no tienen respeto por otros por considerarlos inferiores a ellos.

Todo esto es un círculo vicioso, adultos que se desentienden, niños que ven que su educación se basa en lo que aprenden en la escuela y con lo único que se quedan es con lo que hacen durante el recreo; esos niños algún día serán esos padres que pasan de sus hijos, por unas razones o por otras (la mayoría dirán que es por trabajo, que les roba mucho tiempo, cuando en realidad es que para ellos lo cómodo es que de los niños se ocupen otros), y cuyos hijos crecerán a su imagen y semejanza.

Es la cruda realidad, y me da verdadera lástima saber que estamos perdiendo unos valores que son tan importantes. Respeto. Educación. Amabilidad. La gente se ha cansado de ser amable para con los demás y lo hacen todo casi por obligación, con mala cara, con el labio torcido.

Por eso, nunca perdáis la oportunidad de dar las gracias a la gente que hace algo por vosotros, que aunque no lo haga desinteresadamente, lo está haciendo, la mayoría de veces con una sonrisa en la cara para que tú te marches contento. Tú no pierdes nada por dar las gracias y puedes hacer feliz a una persona con ese mínimo gesto.


14 julio 2014

Libre albedrío.

Bien es verdad y por todos es sabido la necesidad de las personas por encontrar afecto en el prójimo, por una razón o por otra, o, incluso, por varias razones a la vez.

Lo que no te enseña nadie, salvo la vida y las propias experiencias, es que no siempre vas a encontrar el afecto que quieres en las personas que más te gustaría. En la mayoría de los casos, la reciprocidad del afecto es nula. No obstante, como buenos seres humanos que somos, seguimos intentando, por todos los medios, que ese afecto prospere, florezca y se convierta en algo más, sin pensar en las consecuncias a medio-largo plazo de nuestras decisiones.
No miento cuando digo que intentar forzar una situación para que sea todo lo idílica que queremos sin darse las casualidades, unas determinadas condiciones o llámalo equis al final acaba en desastre.
Ni con esas, la mayoría de veces, somos capaces de reaccionar a tiempo y volvemos a caer.

Crear un vínculo no debería llamarse crear, porque crear implíca una acción directa de alguien para que eso pase, y, en el 99,9% de las situaciones, los vínculos aparecen de manera espontánea. Pero volvemos a dejar patente que somos seres humanos.

Lo peor de todo esto es que, al final, el vínculo que "creas" tiene fugas por todos lados y no se sostiene por sí mismo, forzando situaciones y creando tensiones dignas de cualquier drama de la gran pantalla. Pero las películas se acaban mientras que las huellas y las heridas que dejan estas experiencias se van a quedar ahí. Y aunque creas haberlas olvidado con el paso de los años lo único que has hecho ha sido enterrarlas, y cuando llueva, será su oportunidad de ir apareciendo poco a poco.

Luego existe otro problema, que es la interpretación de cada uno de las señales para cada situación, pero eso es un tema que da para una entrada nueva, y el cual no voy a abordar hoy, aunque me encantaría.

...

Veréis que no escribo mucho, más que nada porque me gusta escribir cuando quiero contar algo, no escribir por escribir, que esto no es twitter. No obstante, últimamente tengo muchas ganas de plasmar cosas aquí, en plan diario, y aunque nadie lea esto (más que nada porque no he dado la dirección a ninguna persona) siento que, de un modo u otro, puedo desahogarme. Mi principal problema es que me cuesta decir las cosas y exponerlas en un cara a cara, incluso con la gente más cercana a mí, pero, como escribir no se me da mal y creo que me expreso mejor, aunque crípticamente, tengo esta vía de escape para situaciones así.

Hoy es el día que, por primera vez desde que me puse a escribir aquí, voy a hacer público el blog, cosa a la cual, por un lado, soy reacio a hacer, y por otro me apetece, para saber lo que la gente opina de lo que ronda mi cabeza.

Sin más, otro día pasa.